San Antón
Media legua antes de llegar a Castrojeriz, viniendo por el Camino de Santiago, los peregrinos se encontraban con el Hospital General de San Antón, Casa General de los Antonianos, que tenía por misión el auxilio a los peregrinos. Impresionante construcción del siglo XIV.
Disuelta la orden en los finales del siglo XVIII, sus bienes pasaron a la colegiata y los efectos de la Desamortización de Mendizábal en 1835 consagrarían su ruina definitiva.
Fundóse el convento el 1146 bajo el patrocinio del rey de Castilla Alfonso VII el Emperador, aunque los restos actuales, soberbios, de una arquitectura gótica normanda, no hacen suponer que sean anteriores al siglo XIV.
La entrada a la iglesia se hacía a través de una portada con seis arquivoltas totalmente adornadas de estatuas. Esta entrada estaba protegida por un arco elevado del siglo XVI.
Aquí se realizaba la cura del «mal del fuego», enfermedad que se extendió en la Edad Media.
Se ayudaba a los peregrinos y se les imponía la TAU como signo de protección de los males del Camino.
La Orden, única en España aunque originaria de Francia, tenía por finalidad la atención a los peregrinos.
Las nerviaciones de sus bóvedas estrelladas, hechas según planos de Rodrigo Gil de Hontañón, se deben a Alonso de la Peña, montañés igualmente, con el complemento de la pintura de Antonio Camargo.
La localidad puede presumir de su magnífico templo, uno de los más bellos y mejor conocidos de toda la provincia.